Debido a la reciente visita de mi hermano a la capital del Imperio y a que dejó su cuenta de Facebook abierta un día que salió, me dediqué a realizar un trabajo de investigación exhaustivo sobre la dichosa red de socialización.
La investigación científica requiere de un arduo esfuerzo y de paciencia, ya que no es ni fácil ni siempre da los resultados esperados -¡dígalo ahí Valeriana!-; pero aun así, por el bien de la ciencia, no me detuve.
Fácil no fue, porque para un bicho que no se había metido nunca en la página de Facebook fue un peo revisarla sin perder tiempo –en aras de obtener los resultados de la investigación más rápidamente-, ya que indagar en los perfiles y en los álbumes puede tomarle a uno varias horas. Pero la buena aplicación de método científico hizo que el proceso no tomara tanto tiempo: revisar solo la página de los culos amigas de Luis.
Los resultados no fueron los esperados, porque ni Maria Isabel, ni Mariana, ni Frances tenían fotos de ellas solas conmigo, sino que yo aparecía en alguna foto perdido en un mar de personas -duro golpe para el ego de un tipo como yo-. Será que se dijeron: “este guevón nunca se va a dar cuenta de que no lo tengo en mi Facebook, por su estupidez de no estar en el mejor invento del siglo XXI”-después del socialismo, claro está-. Pero tomé los correctivos necesarios -enviándoles una foto mía con ellas- para corregir el error, que no sabemos si fue por omisión o por convicción.
Pero descubrí algunas vainas interesantes; como por ejemplo que unas tipas que de vaina se hablan en el mundo real son “amigas” en el Facebook, que Jeanjovi fue a una playa nudista, que a una amiga le gusta Bob Marley, que a Patri se le perdieron las llaves de la maleta, que una amiga -que no es que sea miss simpatía en el mundo real- tiene más de 350 “amigos” en el mundo virtual y que Frances me llamó cuaima a través de la página de mi hermano.
Por eso, por gente metiche, fisgona y curiosa como yo es que me mantengo al margen de Facebook……………a menos que sea por el bien de la ciencia y la investigación social.
Ciro
La investigación científica requiere de un arduo esfuerzo y de paciencia, ya que no es ni fácil ni siempre da los resultados esperados -¡dígalo ahí Valeriana!-; pero aun así, por el bien de la ciencia, no me detuve.
Fácil no fue, porque para un bicho que no se había metido nunca en la página de Facebook fue un peo revisarla sin perder tiempo –en aras de obtener los resultados de la investigación más rápidamente-, ya que indagar en los perfiles y en los álbumes puede tomarle a uno varias horas. Pero la buena aplicación de método científico hizo que el proceso no tomara tanto tiempo: revisar solo la página de los culos amigas de Luis.
Los resultados no fueron los esperados, porque ni Maria Isabel, ni Mariana, ni Frances tenían fotos de ellas solas conmigo, sino que yo aparecía en alguna foto perdido en un mar de personas -duro golpe para el ego de un tipo como yo-. Será que se dijeron: “este guevón nunca se va a dar cuenta de que no lo tengo en mi Facebook, por su estupidez de no estar en el mejor invento del siglo XXI”-después del socialismo, claro está-. Pero tomé los correctivos necesarios -enviándoles una foto mía con ellas- para corregir el error, que no sabemos si fue por omisión o por convicción.
Pero descubrí algunas vainas interesantes; como por ejemplo que unas tipas que de vaina se hablan en el mundo real son “amigas” en el Facebook, que Jeanjovi fue a una playa nudista, que a una amiga le gusta Bob Marley, que a Patri se le perdieron las llaves de la maleta, que una amiga -que no es que sea miss simpatía en el mundo real- tiene más de 350 “amigos” en el mundo virtual y que Frances me llamó cuaima a través de la página de mi hermano.
Por eso, por gente metiche, fisgona y curiosa como yo es que me mantengo al margen de Facebook……………a menos que sea por el bien de la ciencia y la investigación social.
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