Uno pensaría que para perforar un camión con la carrocería de Rincón hace falta tremendo taladro, pero Andrea dice que un buen service depende más de la habilidad del mecánico que del tamaño de la herramienta. “Siempre digo que prefiero que sea mediana y juguetona que grande y boba” aclara la morocha y no te preocupes en aclarar que la frase es “mejor chiquita y juguetona” porque si es mínima no la siente. “A mí me va hasta mediana, menos no” dice Andrea, “me pasó de encontrarme con algo muy chiquito y fue terrible.” Por eso la morocha respiró (o tragó mejor dicho) aliviada al comprobar que el rumor sobre la Pulga era falso. “Estaba el rumor de que venía medio corto pero nada que ver, la Pulga calza re bien!” dice entusiasmada, “hablan por envidia, puedo decir con seguridad que la regla de la “L” se cumple con la Pulga, tiene un lomo increíble todo marcado y además es lindo.” Claro que igual Messi con toda su gambeta no pudo evitar que Andrea Rincón dominara la cancha. “Como yo soy re mandona en la cama al principio que hizo la Pulga fue relajarse y gozar” dice Andrea, aunque en el segundo tiempo Messi recuperó el control de las pelotas y dió vuelta el partido. “Después jugó en toda la cancha, fue arriba pero también bajó a marcar y estuvo muy atento” asegura la morocha, “no quiero dar mucho detalle porque se enoja cuando cuento, pero se portó de diez.” Se portó de diez lucas verdes, mínimo. |