Rebelión contra Mourinho

La derrota del pasado miércoles ante el Barcelona en la Liga de Campeones pudo no ser la peor noticia para el Real Madrid. Las declaraciones de algunos de sus jugadores tras el partido dejaron ver cierto nerviosismo en el seno de la plantilla blanca, e incluso indicios de un posible cisma con el técnico José Mourinho.

El más elocuente fue el portugués Cristiano Ronaldo, que a la conclusión del encuentro, y con un visible enfado, dijo ante las cámaras que no está conforme con el hecho de jugar de la manera conservadora que plantea su entrenador.

"No me gusta jugar así", aseguró el astro luso, "pero tengo que adaptarme", puntualizó. Lo cierto es que el '7' está acostumbrado a sistemas de juego más creativos y ofensivos, con gusto por la velocidad y el ataque dinámico.

El partido ante el Barcelona fue un claro ejemplo de todo lo contrario. En el primer tiempo, el Real Madrid se limitó a defender y esperar atrás, rechazando el balón y apenas llegando a la portería contraria. A Cristiano se le vio en ocasiones frustrado y desesperado con su poca participación en el juego. Tanto, que terminó explotando ante las cámaras tras el pitido final.

Pocos lo expresan tan claro como él, pero Cristiano no es el único disconforme por el estilo de juego planteado por Mourinho. Muchos integrantes de la plantilla opinan que existe calidad suficiente para jugar de otra manera más creativa, y han mostrado gestos de rechazo al estilo de su técnico.

El brasileño Marcelo, uno de los más afines a Cristiano Ronaldo, tuvo durante el partido algunos detalles en los que se observaba idéntica opinión. Frustrado de no poder avanzar por el carril izquierdo como acostumbra, las escasas veces que lograba llegar hasta la línea de fondo y sacar algo de provecho para el conjunto blanco, se reivindicaba con algún gesto de furia, o dirigiéndose a la grada con ánimo de recibir el apoyo del público en sus arrancadas.

Además, muy criticada dentro del grupo fue la sustitución, al descanso, del alemán Mesut Özil, uno de los jugadores más creativos del equipo, para dar entrada a Emmanuel Adebayor. Algunos jugadores consideran que de nada sirve meter a un delantero si se retira al 'engranaje' que sirve de conexión con la vanguardia del equipo.

Por si esto fuera poco, la derrota ha terminado de espolear los ánimos de los que consideran dentro del vestuario que el planteamiento de Mourinho no es el adecuado. El caldo de cultivo es peligroso, y puede tener consecuencias en la cohesión interna del grupo.