Lindsay Lohan protagoniza la portada del mes de agosto de la revista Complex, un posado en el que la actriz aparece con un aire bastante picante. Lástima que las imágenes estén muy manipuladas. El reportaje se difunde justo cuando acaba de ingresar en prisión. Además, viene acompañado del rumor de que Lohan habría tenido un affaire lésbico con Andrani, autora de las fotos junto con Markus Klinko, con el que forma pareja artística. Ambos fotógrafos han denunciado que la publicación ha destrozado con Photoshop su trabajo.
El fuego cabalga con Lindsay. Eso es lo único que tenemos claro de la chica que más caídas ebria ha protagonizado frente a los paparazzis. Si hace poco la actriz nos dejaba K.O. con sus lloros y su mirada desesperada ante el tribunal que la ha mandado a la cárcel, ahora nos asombra con unas fotos que vienen envueltas en un enredo tan retorcido como morboso.
Markus Klinko & Indrani están entre los fotógrafos más conocidos del mundo de la moda y de las celebrities. Y no sólo por sus numerosos retratos de las grandes divas y divos del momento, también porque realizan un reality televisivo llamado Double Exposure. En él narran lo que sucede en las sesiones fotográficas con los numerosos famosos a los que inmortalizan.
Era cuestión de tiempo que a alguien se le ocurriese meter una cámara de vídeo en un plató fotográfico por el que pasan toda clase de famosos, un sitio perfecto para cotillear sobre las intimidades de estos. Con semejante carta de presentación no nos extraña nada que la tal Indrani haya jugado a la ambigüedad al no confirmar ni desmentir si de verdad se ha metido en la cama con Lindsay. Se nota a la legua que está alimentado el rumor a pesar de que Lindsay lo ha desmentido en Twitter.
Una sesión de fotos muy polémica
Si juegas con Photoshop te acabas quemando. Esa podría ser la conclusión que podemos sacar de lo que les ha pasado a Markus Klinko & Indrani con la revista Complex, pues son famosos por usar el programa hasta en la sopa e incluso ellos mismos en alguna entrevista reivindican el uso que hacen de él. A pesar de ello los fotógrafos tienen un monumental enfado con la publicación al usar esta las imágenes con una buena ración del famoso programa.
Y es que en las imágenes publicadas aparentemente se ha respetado bastante la textura de la piel de Lindsay, como prueban las pecas que salpican todo su cuerpo. Quizá en la revista han pensado que esa apariencia de naturalidad le pone a su público en potencia -jóvenes recién salidos de la adolescencia, pero no tan maduros como para leer Esquire-. Pero no cabe engañarse, la manipulación es notable.
Tal es la rabieta que se han cogido los fotógrafos que andan difundiendo en Facebook y en la web Style Caster algunas de las tomas originales de la sesión, mientras que en Style List han declarado que están indignados porque la Lindsay que aparece en Complex es una especie de Frankenstein.
Según ellos las fotos publicadas han sido construidas a partir de distintos elementos de las imágenes originales, como si se tratase de una suerte de puzzle, y amenazan con denunciar a la revista, que calla sobre si esas acusaciones son o no ciertas. Y es que todo ha ido fatal en una sesión que comenzó llegado Lohan 11 horas tarde. Pero eso no quita que todos quieran sacar tajada del desastre.
La actriz ni tan siquiera tuvo tiempo de conceder una entrevista a la publicación. Pero no por ello Complex no ha dejado de publicar las fotos, pues saben que valen su peso en oro por coincidir con su entrada en la cárcel. La revista, eso sí, arremete contra los fotógrafos acusándolos de promocionar su reality con el rumor de que Lohan e Indrani se habrían enrollado.
Con semejante embrollo es una gran metáfora que las fotos sean un puro collage construido a base de piernas, cabezas y brazos de las tomas originales. Esas imágenes ficticias y todo ese enredo parecen mostrarnos la verdad sobre lo que unos y otros pretenden, incluida la propia modelo: que no sepamos la verdad de Lindsay Lohan.
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