El récord está en 9 años, 7 meses y 21 días. Supera eso
Se acabó hacer chistes sobre cabras cariñosas y las comparaciones con Wally, el de «Buscando a». Se acabaron aquellos vídeos de amenaza grabados a lo cutre y que parecían la etapa camwhore de la mujer barbuda. Barack Obama ha anunciado esta madrugada a sus ciudadanos que un grupo del ejército americano ha entrado en la mansión de Osama Bin Laden en Abbottabad (cerca de Islamabad, que es Pakistán, FYI) y le ha pegado un tiro en la cabeza. Lo cual, irónicamente, ha parecido a todo el mundo una excelente noticia. Obama, sabíamos que el mundo estaba jodido, pero pensamos que tú venías a arreglarlo.
No hay fotos del cadáver ni, por lo que nos cuentan, cadáver. Aparentemente, los mismos americanos lo han tirado al mar. Lo cual tiene mérito porque, si echan un vistazo al mapa, verán que el mar no quedaba precisamente cerca. Seguramente se trate de una estrategia de la CIA para mantener vivo el debate de la conspiración: hoy mismo, Internet ya bulle con rumores de «todo es mentira, Bin Laden sigue vivo» (de los creadores de «el hombre nunca estuvo en la luna», «Elvis sigue vivo» y «el 11-M fue ETA»).
Cierto es que la foto que se ha difundido para ilustrar la noticia en la mayoría de medios es un montaje viejo con más Photoshop que una campaña electoral de Fraga, pero dudamos que lo de ocultar el cadáver se haya hecho a propósito para aumentar la emoción de cara a un posible «11-S with a vengeance». Pero eso no significa que la historia acabe aquí. Lo de «muerto el perro, acaba la rabia» funciona en el cine yanki, pero rara vez en la realidad. Seguiremos informando. O no, igual nos aburrimos antes.
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