Esto no es una historia de amor…
Los que les voy a contar a continuación es algo que no hago regularmente en DCV.
Se conocieron en una cuidad que no les pertenecía, pero que ambos querían, durante un verano. Ella tenía unos ojos hermosos, era inteligente y poco convencional, no creía en el amor, ni en las relaciones serias, venía de Michigan. Él era aspirante a escritor, un poco neurótico, la hacía reír -según ella-, creía en el amor y era un poco más pangola de lo que él pensaba. Había una gran pasión entre ellos. Tenían varias cosas en común: Ikea, The Smiths, Belle and Sebastian, libros, arte, cine. Veían películas juntos e iban de museo. Un día alguien le dijo a él que porque tuvieran vainas bizarras en común eso no la hacía a ella su alma gemela; él -lamentablemente- no le creyó. Los amigos del chico trataban de etiquetar la relación: son novios. Él les respondía lo que ella le había dicho desde el principio: que esa relación era algo casual, nada más. Él llegó a pensar que ella era diferente -craso error-, para él, ella no era la mujer típica, eso lo hacía enamorarse lentamente aunque sabía que era un error porque ella le había advertido que no lo hiciera. Un día ella lo invitó a su casa y él creyó que estaba cayendo el muro de no compromiso que ella había construido; de hecho, él pensó que podía derribarlo completamente. Como buen terco que era nuestro pana de la historia eso lo hizo enamorarse más. Pobre tonto.
El final de la película no se lo cuento para no enchavarles esta particular historia que vale la pena ver por el guión, las actuaciones y la dirección. La película en cuestión se llama (500) Days of Summer dirigida excelentemente por Marc Webb y protagonizada por la hermosa Zooey Deschanel y Joseph Gordon-Levitt. Realmente no se la pierdan, aunque a ratos dé ganas de llorar, también hace reír.
Los que les voy a contar a continuación es algo que no hago regularmente en DCV.
Se conocieron en una cuidad que no les pertenecía, pero que ambos querían, durante un verano. Ella tenía unos ojos hermosos, era inteligente y poco convencional, no creía en el amor, ni en las relaciones serias, venía de Michigan. Él era aspirante a escritor, un poco neurótico, la hacía reír -según ella-, creía en el amor y era un poco más pangola de lo que él pensaba. Había una gran pasión entre ellos. Tenían varias cosas en común: Ikea, The Smiths, Belle and Sebastian, libros, arte, cine. Veían películas juntos e iban de museo. Un día alguien le dijo a él que porque tuvieran vainas bizarras en común eso no la hacía a ella su alma gemela; él -lamentablemente- no le creyó. Los amigos del chico trataban de etiquetar la relación: son novios. Él les respondía lo que ella le había dicho desde el principio: que esa relación era algo casual, nada más. Él llegó a pensar que ella era diferente -craso error-, para él, ella no era la mujer típica, eso lo hacía enamorarse lentamente aunque sabía que era un error porque ella le había advertido que no lo hiciera. Un día ella lo invitó a su casa y él creyó que estaba cayendo el muro de no compromiso que ella había construido; de hecho, él pensó que podía derribarlo completamente. Como buen terco que era nuestro pana de la historia eso lo hizo enamorarse más. Pobre tonto.
El final de la película no se lo cuento para no enchavarles esta particular historia que vale la pena ver por el guión, las actuaciones y la dirección. La película en cuestión se llama (500) Days of Summer dirigida excelentemente por Marc Webb y protagonizada por la hermosa Zooey Deschanel y Joseph Gordon-Levitt. Realmente no se la pierdan, aunque a ratos dé ganas de llorar, también hace reír.
Les pido disculpa a mis fieles lectores por haber escrito sobre una película, siendo tan mal crítico de cine, pero esta no historia de amor me gustó burda.
Ciro
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