El reciente desenlace del escándalo en el que se vio involucrado Paul Wolfowitz -hasta el 30 de junio, presidente del Banco Mundial-, por el que tuvo que renunciar, por haberle aumentado el salario a su compañera sentimental de manera desproporcionada y sin respetar la meritocracia de la institución de desarrollo más importante del mundo; demostró una vez más que la denominada Washington Formula, siempre funciona.
Se conoce como Washington Formula, a la manera de resolución de conflicto donde una persona que haya metido la pata, pueda salir del peo, no tan aporreao.
Sin entrar en detalles de cómo distintos personajes que han detentado el poder en la capital del imperio -recuerden el cuento de Clinton y la famosa mamadita- se han salido del paquete en el que estaban metidos con la dichosa formulita; les daremos el truco para que ustedes salgan dignamente de una metida de pata.
La Washington Formula tiene cuatro pasos fundamentales: a) negar lo ocurrido, b) admitirlo pero con una justificación, c) contraatacar, d) buscar una solución negociada.
Pongamos un ejemplo más terrenal para que entiendan mejor y así puedan aplicarlo en sus vidas cotidianas.
Digamos que le montaste cacho a la cuaima. Lo primero que debes hacer es negarlo rotundamente; cuando la cuaima te presente las pruebas y ya no tengas pa’ donde coge’; le dices: “mi amor lo que pasa es que la carne es débil, esa amiga tuya ta’ más buena que el carajo y estaba tan solita la pobrecita…”. Hazle ver que te tiene contra las cuerdas y que estás mansito -pero en realidad estás preparando la etapa más importante del proceso: el contraataque-; ahí es cuando le sueltas: “pa’ que carajo me metiste a esa mujer en la casa, tú sabes como son las mujeres cuando les gusta un hombre, además chica, esa mariquera tuya de que te dolía la cabeza y no querías acostarte conmigo, me llevó a hacerlo”. Cabe destacar que el punto anterior es de vital importancia, porque si no se hace bien, es imposible llegar a la última etapa del proceso: “está bien mi reina, la cagueé pero errar es de humanos y tienes que admitir que los dos cometimos errores pero te prometo que no volverá a pasar; además no quiero ver más a esa amiga tuya que tanto daño nos ha hecho.”
OJO: La Washington Formula es igual de efectiva tanto para hombres como para mujeres, sólo cambien los personajes del cuento y la vaina funcionará de la misma manera.
Ciro
Se conoce como Washington Formula, a la manera de resolución de conflicto donde una persona que haya metido la pata, pueda salir del peo, no tan aporreao.
Sin entrar en detalles de cómo distintos personajes que han detentado el poder en la capital del imperio -recuerden el cuento de Clinton y la famosa mamadita- se han salido del paquete en el que estaban metidos con la dichosa formulita; les daremos el truco para que ustedes salgan dignamente de una metida de pata.
La Washington Formula tiene cuatro pasos fundamentales: a) negar lo ocurrido, b) admitirlo pero con una justificación, c) contraatacar, d) buscar una solución negociada.
Pongamos un ejemplo más terrenal para que entiendan mejor y así puedan aplicarlo en sus vidas cotidianas.
Digamos que le montaste cacho a la cuaima. Lo primero que debes hacer es negarlo rotundamente; cuando la cuaima te presente las pruebas y ya no tengas pa’ donde coge’; le dices: “mi amor lo que pasa es que la carne es débil, esa amiga tuya ta’ más buena que el carajo y estaba tan solita la pobrecita…”. Hazle ver que te tiene contra las cuerdas y que estás mansito -pero en realidad estás preparando la etapa más importante del proceso: el contraataque-; ahí es cuando le sueltas: “pa’ que carajo me metiste a esa mujer en la casa, tú sabes como son las mujeres cuando les gusta un hombre, además chica, esa mariquera tuya de que te dolía la cabeza y no querías acostarte conmigo, me llevó a hacerlo”. Cabe destacar que el punto anterior es de vital importancia, porque si no se hace bien, es imposible llegar a la última etapa del proceso: “está bien mi reina, la cagueé pero errar es de humanos y tienes que admitir que los dos cometimos errores pero te prometo que no volverá a pasar; además no quiero ver más a esa amiga tuya que tanto daño nos ha hecho.”
OJO: La Washington Formula es igual de efectiva tanto para hombres como para mujeres, sólo cambien los personajes del cuento y la vaina funcionará de la misma manera.
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